El Padre Carlos se pasó el otro día de visita por el convento, y le obsequiamos con algunos productos de nuestra huerta. Así de contento iba el buen hombre de vuelta con su calabacín…
Sor Tea
El Padre Carlos se pasó el otro día de visita por el convento, y le obsequiamos con algunos productos de nuestra huerta. Así de contento iba el buen hombre de vuelta con su calabacín…
Sor Tea
Jajajajajajajjaajajjajajajajaa
ajjajajajajajjajajajajajajajaa
Amanda
Jajajajaja! que carita!!!! jajajajaja!
Sor Tea!!! Al rincón castigada jajajajaja
Con tanta penintencia, apenas puedo salir del rincón, hermano Paranoias 😛
Sor Tea pues sea un poquillo malilla y sáltesela, que yo le cubro las espaldas
jajaja…, qué vamos a hacerle si la naturaleza es sorprendente…, y si no cabía en la bolsa…, de que otra forma más cómoda podía llevarlo sin molestar a nadie? jajaja
menudo pepino el de el padre…juasjaujsuas
¡Qué hermosura de hortaliza, hermana!
Y la mirada, perdida…
Ummm que rico calabacín…
Un poco más grande y no le cabe entre las manos 😯
Al padre se le ha puesto cara de vacilín 🙂
Madre, un poco de decoro, un poco, eh?
Pues para calabacín el que me comí el otro día , relleno de rabo de toro…mas uno puso cara de asombro 😉
Madre, madre, madre… avísenos para comer algo así 😛
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