«Santos y Simulacros» es una exposición de cuadros, fotos, esculturas y vídeos del jovencísimo artista y pintor, Eugenio Rivas Herencia, nacido en Córdoba en 1982 y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 2005.
Estuve viéndola hace unos días y me quedé bastante sorprendida con lo que vi, su forma de ver los Santos está muy lejos de como la vería una monjita 😳
Todos estos cuadros forman parte de la serie pictórica «Santos».
También podéis ver una serie de vídeos «Videoperfomance» y «Videoinstalación» bastante curiosos.
Este videoinstalación está compuesto por un videoperformance y una escultura de tamaño natural. En la videocreación se puede observar perspectivas diferentes sincronizadas de una acción en la que el personaje principal asiste como protagonista a un rito purificador, santificador, en el que es introducido en un molde a modo de crisálida para salir de él volviendo a ser humano, volviendo a ser una persona entre personas.
Bueno os adjunto el prólogo que aparece en el folleto que muy amablemente me dio el encargado de la exposición:
La serie Santos muestra un anhelo de trascender hacia lo personal y establecer una actitud positiva, que renuncie a la desilusión reinante, para proyectarnos en la vida con un ánimo renovado en el que la personas constituyan la esencia propia y la de sus allegados. Esta serie pictórica viene a remover lo más personal de la identidad y, con el deseo de subrayar lo humano, propone retratos de aquellos que tan cercanos comparten el sentido de mi existir. Al mismo plantea múltiples autorretratos 😈 que, al responder a la pregunta ¿quien soy? vuelven a renovar la misma cuestión.
Nos acercamos a la iconografía de la religión cristiana para adoptar algunos de sus símbolos e incoporarlos e un lenguaje actual, elaborando un bagaje icónico propio en el que la nueva imagen divina se presente más cercana, más humilde; tan humana, que lejos de solicitar idolatría o veneración alguna, muestre su igual necesidad de trascendencia. Recurrimos a lo sagrado como medio para descralizar y descender hasta la realidad. En este punto dudamos entre trascender e inmaner (no ir más alla, sino ser más aaquí) y se nos presenta una cuestión sobre el sinsentido de la existencia. Es aquí donde el simulacro como herramienta de trabajo o metodología vital, asume el papel protagonista. Mediante el simulacro podemos acercarnos a la realidad, hablar de ella, cuestionar su límites o establecerlos en el más allá.
En la serie Simulacros, mostramos la apariencia sin ocultar la realidad. Ambas conviven en un mismo grado donde tiene lugar la creación de la verdad, sin la censura de la razón. De este modo podemos explicar y cuestionar la complejidad de lo real abandonando la creencia en loa absoluto y manisfestando la multiplicidad del ser.
Lo real se ha hecho simulacro: el simulacro es real.
Desde luego es otro punto de vista…