Cucha que chucha mantenido con el chico que repone la máquina del café:
Chico: Venga te invito yo (echa en la máquina 1 euro).
M. Superiora: Ay muchas gracias 🙂
Chico: Elige lo que quieres tomar 🙂
M. Superiora: Pues un café con leche 😉
Chico: Es un poco tarde para tomar café ¿no?
M.Superiora: Si que es tarde, pero o me lo tomo o me pongo a roncar delante del ordenador.
Chico: Jajaja eso es que nos has dormido mucho esta noche o que lo que estás haciendo te aburre…
M. Superiora: Más bien lo primero… bueno pues muchas gracias (cojo el café y la vuelta 55 céntimos)
Chico: Os pasa a todos igual, jajaja
M. Superiora: Ummmm… 😯 ay madre mía que me llevo tu vuelta 😳 que vergüenza…
Chico: No eres la única a la que le ha pasado, ha habido gente que se ha ido y cuando se ha dado cuenta ha salido corriendo detrás mía o me ha llamado por teléfono… 🙂
M.Superiora: 😳 vamos que del subidón del sofocón ya no me hace falta ni café.
M. Superiora
Cucha que te Digo, el blog de la Sor Citroen 
Si te sirve de consuelo… yo me dí cuenta dos días después 😳 y le dejé un sobre en lo alto de la máquina con la vuelta… (y el café era entonces más barato)
Este muchacho podría escribir un libro!!!
Tranquila que no te lo va a tener en cuenta, que es estupendo. Después de eso, y sabiéndo que era yo, me volvió a invitar varias veces a café y a kikos 😉
jejeje, pobrecilla….
y que digo yo…, buena forma de ligar, no? a ver si me voy a tener que aficionar al café, jejeje
Lucy, en nuestro caso la máquina de café está muuuu lejos y rodeada de gente con pocas ganas de ligar (pacientes).
Me recuerda esto a la historia de Amelie con el fotomatón 🙂
«Con la gloria se va la memoria», Madre.
Y con una conversación agradable, ¡pasan estas cosas!
Lo podría haber dejado como limosna en el convento, no ???