Mi madre nos sorprende cada día con una nueva historia. Por lo visto mi bisabuela le contaba cuando era pequeña muchas historias y hoy, nos ha contado una nueva que tiene ver con San Joaquín.
Parece ser que San Joaquín antes de ser santo, intento hacer méritos para serlo, y se le ocurrió echarle ceniza a la comida. Ante esto “el de arriba” mandó un emisario que le dijo lo siguiente:
“Joaquín para ser santo no es menester ser marrano.”
M. Superiora