Querida Madre Superiora
Llevo algunos días dándole vueltas a un asunto y no tenía muy claro si comentárselo o no.
El caso es que hace ya algún tiempo, quedé fuera del convento con el Padre Confesor para desvelarle mis pecados y pecadillos pero entre que estaba un poco reticente a esas confesiones y que sabía que iba a volver a pecar, finalmente decidí que el día que me confesase, ya lo diría todo junto.
Durante un viaje por tierras extremeñas este fin de semana, recordé aquella cita y un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando me pareció identificarlo sentado en un banco de la Plaza de España en Jerez de los Caballeros. Me acerqué y dí un brinco hacia atrás al verle.
¿Usted cree que algún otro padre del convento querrá quedar conmigo para darme la absolución? 😯
Un saludo,
Lucy