La corrupción del gobierno filipino ha llegado a tales extremos que la Iglesia se ha unido a la oposición para intentar combatirla. La custodia de algunos testigos protegidos no se les encomienda a los soldados o policías, por temor a que sean sobornados, sino a un grupo de monjitas, «Los Ángeles Protectores», que unidas de la mano y rezando forman un círculo alrededor del protegido.

Estas valientes monjitas tienen como única arma de defensa el gran respeto que los filipinos sienten por ellas, y se ofrecen a servir de escudo humano para proteger a los testigos que declaran contra el gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo.
Desde el año 2001 han muerto asesinados 14 jueces y 26 abogados.
Visto en: Periódico de Extremadura
¿Funcionaría de igual manera la barrera con sacerdotes?